Elaborar el análisis funcional de nuevas aplicaciones para la organización, así como actualizar y mejorar las que ya existen; en definitiva, su misión es supervisar el desarrollo funcional de las aplicaciones asegurando un rendimiento adecuado. Por otro lado, presta asesoramiento a los usuarios sobre cualquier problema que surja con los programas.

• Toma de requerimientos y análisis funcional de proyectos y evolutivos.
• Desglose de tareas a partir del análisis funcional para la estimación de esfuerzo a realizar.
• Planificación de la actividad de desarrollo (SCRUM, Agile development…).
• Validación de las funcionalidades desarrolladas y documentación de usuario.
• Seguimiento del plan de pruebas funcionales.

• Comunicación interpersonal
• Capacidad de negociación
• Adaptación al cambio
• Proactividad
• Trabajo en equipo

Datos en euros y extraídos a partir de un estudio nacional.